Oda a la libertad

Miss Liberty
Ella se divide entre un ser o aparentar, entre una foto en redes sociales y cuantos “me gusta”
obtiene o un compartir familiar, entre una relación a través de un dispositivo móvil o una
relación tradicional de plena interacción humana. Ella se ha convertido en un susurro en
medio de gritos desesperados de opresión, entre un mar de personas que existen pero no son,
es asfixiada entre el esclavismo actual: prostitución, drogas, trabajo forzado, servidumbre
puertas adentro; es violada todos los días por gobiernos autoritarios, por los conservadores y
los liberales, entre la izquierda y la derecha, pero también es olvidada entre las mentiras que
se dicen a su nombre.
Ella quiere ser más que una utopía, más que un sueño, pero se enfrenta al hambre, a la
pobreza, al mal olor del alcoholismo, el hedor de la heroína, a la televisión, a las redes
sociales, a la música vulgar, al analfabetismo. Ella lucha día a día contra el trabajo rutinario,
a la desidia en el barrio, a las fiestas en yates o en las mansiones solitarias con olor a rancio;
ella está en los libros que ya nadie lee, en la mirada de los niños, en la experiencia de los
ancianos y la esperanza de los jóvenes. Pero, es empujada al abismo por el dinero, por las
nuevas formas de capital, por la religión, por la política y los sistemas de justicia.
Ella ha sido exaltada por grandes pensadores, ha sido la promesa de los políticos, ha sido el
objeto de guerras ancestrales, ha sido la fuerza de las luchas de clases, es la promesa del
futuro, es el miedo de los opresores y la esperanza de los oprimidos, ha sido pisoteada por
los dictadores y besada por instantes ingenuos que tuvieron sus amantes, ha sido destruida
por el mazo de la injusticia, enajenada de todos sus beneficios y raptada de los soñadores, ha
sido vendida por un centavo y prometida por millonarias cifras, ha sido el amor de todos los
pensadores que han colocado su nombre por encima del suyo propio, ha sido masacrada a
punta de fusil y resucitada por la esperanza.
Ella camina a pasos lentos, es una viejecilla sabia apoyada en su bastón, aun inocente de
tantos infortunios, ha librado batallas pero intenta ganar la guerra, convulsiona en el siglo
XXI golpeada por nuevas figuras espectrales que mancillan su nombre, como la
comunicación de masas, los discursos políticos, los pastores evangélicos, los ejércitos al
servicio de los mandatarios, por los ancianatos y los centros de reclusión, pero siempre vivirá en los seres humanos que se cultiven, que peleen contra la arbitrariedad, en los soñadores,
ella es la libertad.

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