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El Lobo Feroz: relato de una pedofilia

Y allí se encontraba el lobo, sentado en la cama de su habitación, disfrazado de un dulce abuelo amoroso e intachable. Sus ojos eran grandes y lujuriosos cuando estaba en su propia piel, cuando era un abuelo apenas sí veía quien se le acercaba. Su olfato de cazador lo hacía desear y salivar por sus pequeñas dos presas. Y ahí lo vi, sentado en su cama mientras degustaba a su pequeña ovejita, inocente y frágil, la más pequeña de todas, en su mente está todo lo que le dice su dulce abuelo: "te amo", "eres una niña hermosa ", "nunca te va a faltar nada"; ante la negación aparece el lobo enfadado y con su grave voz repite sin cesar: "si dices algo te mato", "si alguien se entera vas a sufrir", mientras la otra ovejita más grande ya entendía la situación, aunque con miedo se negaba a seguir el juego, el lobo la obligaba cual perro hambriento. Lo vi como una película de terror: la niña estaba parádita, siguiendo las reglas del juego, mientr...

1993: el año de mi violación

sentía mucho dolor, pero supo muy bien cómo no herirme profundamente, mi hermanita lloraba porque yo estaba llorando y me dijo con una voz profundamente tenebrosa "sí sigues llorando la mato", tuve que ser fuerte y comencé a caminar a donde este ser me llevaba. [ ] Nos metió por un camino de tierra, rodeada de maleza y plantas que te arañan la piel, él iba caminando detrás de mí cuando sentí un empujón me caí y en el suelo me dio varias patadas, mientras mi hermana a mi lado tirada en la tierra lloraba desconsolada. Me hizo pasar a un terreno y atravesar una cerca que tenía alambres de púas, me haló el cabello, rompió mi ropa y me violó, mientras tenía su navaja en mi cuello y mi hermanita veía, ella aún era una bebé y no recuerda nada de ese día. [ ] Yo tuve que ser fuerte, por mi y por ella, no lloré, no grité, no supliqué, recordé lo que me enseñó el sensei, en el momento que lo vi más vulnerable, jadeando y gozando le lancé arena en los ojos, en mi mano derecha tenía ...

Poema Olvidado

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Hoy escribí unos versos tristes, unas rimas extrañas,  Todo fuera de este mundo mío, Sin sentido y fruto de un amor desabrido. Hoy escribí sin ningún motivo, estuve fuera de mi genio, estuve fuera de mi espíritu,  Me llevó esta escritura a un mundo sombrío, lúgubre y de melancolía. No soy yo, esta letra no es la mia. Hoy escribí sin razón, sin motivo, era mi alma recordando algún camino, en un día gris, viendo las montañas nevadas, me dirigí a un laberinto. Hoy escribí un poema triste, unas prosas extrañas, era mi memoria haciéndome una mala jugada.  Pero aquí estoy, hoy escribiendo de nuevo pero no recuerdo ni una sola palabra.

¡Sobreviví al fin del mundo!

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Durante mucho tiempo oí, ví y leí cosas sobre el fin de los tiempos, todo el mundo estaba sólidamente confiada de que en el 2000 el mundo llegaría a su fin. Hubo una histeria colectiva porque la tecnología cobraría conciencia y atacaría a los seres humanos llevándolos a su exterminio. Yo era una niña y en realidad estaba sumergida en pánico.  ¿Qué pasará cuándo serán las 12 de la noche y sea el nuevo milenio? ¿Si las computadoras cobran vida, cómo nos salvaremos? ¿Las máquinas podrían manejar a su antojo a los robots y nos asesinaran? ¿O emplearán sus cables como extensiones corporales y nos harán daño con ellos? Había visto muchas veces Terminator y la vida con Skynet como dominadora del mundo tenía mucho sentido. Yo nunca fui religiosa, además era muy joven, tenía 12 años y mi etapa rebelde en apogeo me hacía dudar hasta de mi propia existencia, mientas más se acercaba el 31 de diciembre, la histeria se hacia más fuerte, sectas religiosas u...

¡No me llamen gorda!

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¡No me digas gorda! ¿Alguna vez se han puesto en el lugar de una persona que tenga un aspecto diferente a lo "normal", en los zapatos de una persona con un color de piel diferente, de una cultura distinta, de una persona muy alta o muy baja, o de una persona con sobrepeso? ¿Saben cómo se sienten cuando los catalogan por una característica física que no define lo que son como ser humano? Esta publicación está dedicado a los diferentes, especialmente a los gordos. Y remitiré algunas de las cosas que considero son más difíciles de sobrellevar. 1. La presión social: encajar en este mundo digital donde todos los días estamos sujetos al escarnio público a través de las redes sociales la presión social es aún mayor sobre l@s gordit@s. Las amistades, compañeros de escuela, amigos y familiares e incluso un desconocido siempre detallarán e incluso se atreverán a juzgar y a criticar por el sobrepeso "ay mira como se te marcan los rollitos" "ya tienes papada" ...

Epitafio

Durante la vida de Lucio sólo hubo una cosa importante, obrar bien. Su padre siempre le recordaba que habían tres cosas importantes para ser recordado: las palabras, el trabajo y las buenas acciones.  Lucio un lánguido joven no disfrutó mucho de su vida, temeroso de todo, privado de la diversión, de la alegría incluso del amor por miedo a no ser recordado como un buen hombre, por temor a que su vida en el más allá estuviera plagada de horrores.  Se levantaba temprano, con el primer cantar de gallos, dormía apenas oscurecia, no hablaba fuerte, se casó por conveniencia.  Su esposa siempre servil y tranquila era una copia de Lucio, llevaba el hogar como en los tiempos de antaño, los pocos sobresaltos que había en el hogar de Lucio era cuando su hijo estaba enfermo. No los visitaban, era una casa tranquila y blanca.  El café fue el único vicio de Lucio, no tenía riquezas, no salió jamás de su ciudad, trabajaba como herrero y el taller estaba en su ca...

Sobreviviendo 8 días en Venezuela: Una odisea inimaginable

Recientemente tuve que viajar a Venezuela para defender mi tesis de maestría en historia, después de un año viviendo en Chile. No puedo describir la alegría que sentía al pensar que volvería a ver a mi familia y que culminaría una etapa en mi vida. Viajé desde Valparaíso a Santiago de Chile, un día antes de mi vuelo, dormí en el aeropuerto junto a mi pareja y al amanecer salió mi vuelo, rumbo a Cúcuta, pues sólo me alcanzó el dinero para llegar en avión hasta la frontera con Venezuela. Dentro de mis planes estaba pernoctar en el aeropuerto de Cúcuta pero para mí sorpresa el mismo es cerrado a las 12 de la noche para evitar que se queden los migrantes venezolanos allí. En medio de una crisis nerviosa y financiera debí acudir al servicio de taxi que se encuentra en el aeropuerto y un caballero Colombo-venezolano me trasladó a un hotel en la Parada, Santander, a pocas cuadras de la frontera. Allí esperé hasta las 4 AM hora colombiana para poder dirigirme a migración Colombia y sellar ...