¡Sobreviví al fin del mundo!
Durante mucho tiempo oí, ví y leí cosas sobre el fin de los tiempos, todo el mundo estaba sólidamente confiada de que en el 2000 el mundo llegaría a su fin. Hubo una histeria colectiva porque la tecnología cobraría conciencia y atacaría a los seres humanos llevándolos a su exterminio. Yo era una niña y en realidad estaba sumergida en pánico.
¿Qué pasará cuándo serán las 12 de la noche y sea el nuevo milenio? ¿Si las computadoras cobran vida, cómo nos salvaremos? ¿Las máquinas podrían manejar a su antojo a los robots y nos asesinaran? ¿O emplearán sus cables como extensiones corporales y nos harán daño con ellos? Había visto muchas veces Terminator y la vida con Skynet como dominadora del mundo tenía mucho sentido.
Yo nunca fui religiosa, además era muy joven, tenía 12 años y mi etapa rebelde en apogeo me hacía dudar hasta de mi propia existencia, mientas más se acercaba el 31 de diciembre, la histeria se hacia más fuerte, sectas religiosas ultra ortodoxas comenzaron a realizar suicidios masivos.
Me asustaba mucho lo que pudiera suceder, ya había gente matándose y faltaban como 6 meses para el nuevo milenio. ¿Qué clase de inteligencia tenemos sí somos incapaces de controlar a nuestra creación? ¿Por qué no apagamos las computadoras y ya? Me preguntaba a diario mientas veía las noticias en la televisión. Cada día era un poco más abrumador. En ese entonces no había la accesibilidad al internet como hoy, era lento y muy complicado conseguir información. Quería hacer algo para salvar al mundo, pero no tenía idea de a quien enviar un correo electrónico o una carta, ¿Debía ser al pentágono¿ ¿Al presidente de los Estados Unidos? ¿A la NASA? O ¿Los rusos? Supuestamente los rusos siempre tienen la culpa de todo, ¿Quién controla la tecnología? Ninguna persona a mi alrededor me daba respuestas, cada día me ponía más paranoica. No quería morir, era muy joven para morir. Aún no había viajado, no había ido a Disney, no conocía a los Backstreet Boys, quería celebrar mis 15 años, deseaba con todo mi ser ver cómo terminaría Dragón Ball. No podía morir tan joven.
Los niños de mi edad no se preocupaban por esas cosas, mi familia estaba más preocupada por la situación política de mi país que por el fin del mundo. Así que tomé una decisión, debía aprender a sobrevivir sola. Lo primero que hice fue comenzar a correr, en las películas de zombies y de apocalipsis todo el mundo corre, así que yo debía correr. Entrenaba todos los días, corría lo suficiente para que no me atrapara ningún robot, a menos que volara o empleara un medio de transporte. Acto seguido aprender a conducir un vehículo. Insistí mucho para que mi hermano me enseñara a manejar, en el fin del mundo no hay leyes así que no habría problemas si me robaba un carro y lo conducía para salvar mi vida, listo ya sabía conducir, primero fui a las maquinitas de la tienda de videojuegos y "practiqué" allí, mi hermano me llevó a unas calles solas y algunos estacionamientos, maneje con cuidado, en reversa, estacioné, todo perfecto, ya tenía un peso menos. ¿Qué comería? Demonios! No sabia ni hervir agua. Tuve que prestar atención a lo que hacía mi mamá, leí algunas recetas de comida, además debía prepararme para el fin del mundo, tuve que aprender a abrir latas y que comida debía consumir en esas circunstancias. Mi mamá me enseñó a cocinar algunas cosas muy básicas, cocer huevos en diferentes procesos, algunas verduras, cocinar avena, hacer jugos, entre otras cosas, así que ya no moriría de hambre. También tuve que aprender a purificar el agua, en caso de que no haya agua potable disponible, pasé largas horas en la biblioteca aprendiendo técnicas de supervivencia, todas las sugerencias me parecían muy extremas.
Por ejemplo: si no hay agua potable, tomar de tu orina, ¿Quién se va a tomar su propio pipí? Definitivamente yo no y menos a esa edad. Comer carne cruda, me negué rotundamente a comer cosas crudas así que en mi cuarto tenía suficientes encendedores como para sobrevivir 30 años. Acumulé algunos enlatados, linternas, baterías, cuerdas, fósforos, velas, agua potable, dulces, chocolate, abrigos, unos radios transmisores que conseguí donde estudiaba, también guardé algunas fotos familiares y libros. Todo estaría bien. Me negaba a sucumbir como todo el mundo. Así pasaron los días hasta que llegó diciembre, había gente muy alegre porque vería otro milenio, había gente muy triste porque había envejecido, había gente asustada y había gente que no sentía nada. Las personas estaban más locas, se volvieron más violentas, más suicidios, asesinatos y saqueos. El 31 de diciembre estaba muy nerviosa, al medio día mi mamá me dijo "mi niña ya es año nuevo en China, si los chinos no han muerto, todo estará bien", tenía lógica lo que mi mamá decía, pero todas las películas se desarrollan en Estados Unidos, en nuestro continente, así que la posibilidad de que comenzara el Armageddon era más posible en occidente que dónde están los chinos.
Ya eran las 10 de la noche, estaba angustiada, todo el mundo hablaba de un apagón masivo era el 2K, y si era cierto que volvía Jesús y yo no creía en él, no soportaba tanto. Mi familia sirvió la cena, comimos, reímos un rato, después de todo si se trataba del fin del mundo, tenía que compartir con mi familia. Encendimos la radio para oír el conteo regresivo, moría de miedo, pero tenía todo preparado por si acaso. Dieron las 12, todos nos fundimos en un abrazo, sonaron los cohetes, hubo lágrimas y gente gritando, espere un rato, todo estaba bien. Eran las 3 AM, todo el mundo estaba aún celebrando. Encendí el televisor, no había nada raro, en mi casa no teníamos computadoras ni internet, así que estaba a salvo. Me fui a dormir, soñé que estaba en la playa. Me desperté temprano, vi todo tranquilo. Respiré profundo, y grité:
¡Sobreviví al fin del mundo!
|
Desde luego cuando somos pequeños somos demasiado inocentes pero mira el lado positivo de las cosas,aprendiste a cocinar,a conducir,a purificar el agua ... cosas que nunca se saben cuando te pueden hacer falta :)
ResponderBorrarHola Mari,
ResponderBorrarYo también era pequeña cuando lo del efecto dos mil. Fue un caos pero más por lo que procesa por dentro. Lo mejor de tu historia es que supiste darle un giro que de seguro valdrá para toda la vida. Y lo mejor de todo, con el apoyo y conciencia de haberlo vivido con tu familia.
Me ha gustado mucho. Y sí, sobrevivimos al fin del mundo. Saludos!!
Hay cosas que permanecen, y en este caso el modo supervivencia aún se mantiene intacto.
BorrarSaludos, sigue escribiendo!